¿Qué es la equinoterapia?
La equinoterapia es una técnica que como instrumento terapéutico utiliza al caballo. La equinoterapia abarca la integración de cuatro grandes ámbitos profesionales: El área médica, la psicología, la pedagogía y el deporte.
El área médica desempeña un papel dominante en la hipoterapia porque la monta a caballo se utiliza a manera de fisioterapia, indicada para pacientes con disfunciones de origen neurológico, traumático o degenerativo. La psicología y pedagogía adquieren mucha importancia en la monta terapéutica ya que la monta a caballo además de cumplir su papel de fisioterapia, trata disfunciones psicomotoras, funcionando así como una psicoterapia. Hay 2 tipos de hipoterapias, la pasiva y la activa, en la primera el paciente se adapta pasivamente al movimiento del caballo sin ninguna accion de su parte, aprovechando el calor corporal, los impulsos rítmicos y el patrón de locomosión tridimensional del caballo. En la hipoterapia activa se añade la realización de ejercicios neuromusculares para estimular en mayor grado la normalización del tono muscular, el equilibrio. La coordinación psicomotriz y la simetría corporal. Deberá guiarlo un terapeuta y se trabaja en grapas, montado a pelo sin silla de montar. Las sesiones terapéuticas se imparten de manera individual y son de 30 minutos. Principios terapéuticos El caballo pone a nuestro servicio tres características específicas que forman la base para la utilización de la equitación como terapia: 1.-La transmisión de su calor corporal 2.-La transmisión de impulsos rítmicos 3.-La transmisión de un patrón de locomoción equivalente al patrón fisiológico de la marcha humana. Transmisión de su calor corporal Valor Fisioterapéutico El calor corporal del caballo es de 38ºC, más caliente que el cuerpo humano, y al trabajar su temperatura sube a 38.8ºC. Ésto se aprovecha como un instrumento calorífico para distender y relajar musculatura y ligamentos y estimular la sensopercepción táctil. Esto favorece extraordinariamente la relajación de los aductores del muslo y glúteos, provocando una liberación del cinturón pélvico, por lo que este adquiere más flexibilidad y elasticidad, recuperando su posición vertical correcta, se ha comprobado que la relajación de los aductores se mantiene hasta 6 horas después de una sesión terapéutica. Valor Psicoterapéutico El calor corporal es de gran importancia en el área psicoafectiva, porque según sea el manejo terapéutico puede fungir como sustituto del calor materno. La temperatura corporal y el movimiento del caballo que es suave, provocan la sensación de ser mecido, lo que genera sentimientos de seguridad, amor y protección. Con base en esto se puede reconstruir la autoconfianza y la autoaceptación. Transmisión de impulsos rítmicos Valor Fisioterapéutico El caballo transmite, por medio del movimiento de su lomo, impulsos rítmicos al cinturón pélvico, a la columna vertebral y a los miembros inferiores del jinete. Al caminar en paso se transmiten de 90 a 110 impulsos por minuto a la pelvis del jinete y al trotar aumenta la cantidad e intensidad de éstos. Los impulsos fisiológicos se propagan hacia arriba por medio de la columna vertebral hasta la cabeza, provocando reacciones de equilibrio y enderezamiento del tronco. El movimiento basculante de la pelvis, al adaptarse al impulso emitido, provoca diminutos movimientos rotativos en el tronco, por lo cual es un excelente entrenamiento de la coordinación psicomotriz del tronco y de la cabeza sin utilizar las piernas. Así se logra la estabilización dinámica de estas partes lo que constituye la base para la ejecución de la marcha independiente. Los impulsos recibidos estimulan la erección de columna vertebral, fortaleciendo los músculos dorsales y abdominales. Es posible activar y poner a disposición nuevas áreas neuronales, en las que se programen nuevos patrones de locomoción, para compensar áreas neuronales dañadas, lo que convierte esto en una fisioterapia con amplios efectos sobre la neuromotricidad.
Valor Psicoterapéutico El efecto mecedora del caballo estimula experiencias regresivas, liberando traumas y bloqueos psicológicos. La sensación de dejarse mover y poder avanzar sin aplicar una acción propia podría ser un factor clave en la relajación psicológica y en la reconstrucción de la confianza primaria en sí mismo. Transmisión de un patrón de locomosión tridimensional Valor Fisioterapéutico Personas con parálisis cerebral entran fácilmente en el círculo vicioso, al ser incapaces de dominar la marcha porque carecen de la estabilización y coordinación del tronco y de la cabeza necesarias. Pero justamente esta estabilización se adquiere por medio de la práctica de la marcha, en forma sentada, sin requerir el uso de piernas, se podría decir que el jinete camina sentado. El patrón fisiológico de la marcha humana que el paciente realiza durante la monta se graba en el cerebro y con el tiempo se automatiza, lo que posibilita su transferencia a la marcha pedestre. Valor Psicoterapéutico La sensación de avanzar, caminar o correr hacia adelante, directo y sin obstáculos que proporciona el patrón tridimencional puede ejercer enorme influencia positiva sobre un estado psicológico depresivo y angustiado.
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